Odontopediatría

de 3 a 12 años

«Un niño con una correcta higiene bucal será un adulto sin caries.»

Nuestra filosofía es trabajar en sus mentes, más que en su boca, para conseguir el mejor resultado. Cuidamos de los más pequeños para que aprendan buenos hábitos de limpieza.

A partir de los 3 años, es importante comenzar con las revisiones periódicas para entrar en un programa de prevención y conservación de la salud oral.

La dentición es un proceso natural del desarrollo del bebé que causa molestias pero no dolor. Para aliviar las molestias puedes dar mordedores previamente metidos en la nevera, o hacer lo mismo con el chupete. También puedes frotarle la encía con el dedo limpio o con una cucharilla fría. Los geles que contienen anestesia pueden ser peligrosos, por lo que no son aconsejables. Otras pomadas contienen cantidades elevadas de azúcar en forma de sacarosa que pueden dañar los dientes, y también alcohol en forma de etanol, nada recomendable para un bebé.

Cronología de erupción temporal

Pídenos consejos para ayudar a tu peque en su cuidado bucal desde que nace hasta que, con tres añitos, comencemos nosotros a encargarnos de su salud bucal.

Cronología de erupción temporal

El total de las piezas en una Dentición definitiva o permanente es de 32 dientes. El recambio tiene lugar entre los 6 y 12 años, aunque hay una gran variabilidad.

El 1º molar permanente aparece sobre los 6 años detrás de las muelas de leche, por lo que pasa muchas veces desapercibido. Es el molar que con más frecuencia sufre caries, por lo que hay que tener un cuidado especial.

Los dientes de temporales, pueden causar dolor, abscesos e infecciones, y contagiar a los dientes definitivos, por ello recomendamos los controles periódicos cada 6 meses, guiando y educando en los buenos hábitos de higiene y salud bucal.

Una higiene bucodental deficiente tiene consecuencias muy negativas para ellos. El 90% de las caries se producirán entre los 6 y los 16 años, porque  los dientes permanentes recién erupcionados son muy vulnerables.

El cepillado más importante es el de la noche, que debe ser realizado por un adulto hasta los 8 años, hasta que adquiera la destreza manual suficiente para hacerlo adecuadamente. A partir de esta edad, hay que supervisar la técnica correcta. Recuérdales que si toman chuches, deben hacer un cepillado extra.

En nuestro programa de prevención, le daremos las herramientas, educación y adquisición de buenos hábitos, y la evaluación de la higiene bucodental una vez al año. Mejorar la salud de los dientes, previene caries y halitosis (mal aliento), uno de los síntomas que más pueden afectar su vida social.

Los enjuagues diarios con colutorios de flúor, (fluoruro sódico al 0.05 %) a partir de la erupción del primer molar definitivo de los 6 años, debe utilizarlos tras el cepillado de la noche, enjuagándose durante 1 minuto y procurando no tragarlo. Después no comerán ni beberán nada.

Selladores de fosas y fisuras

La placa bacteriana causante de la caries, se acumula en zonas donde el cepillado dental diario no es suficiente para removerla.


Los selladores dentales son unas resinas fluidas que protegen al diente, sellando sus zonas irregulares (fosas y fisuras), para impedir que las bacterias colonicen las caras oclusales de molares y premolares. Son beneficiosos para los niños porque sus dientes permanentes, recién erupcionados son más propensos a las caries por un esmalte inmaduro. Actúan como una barrera física en éstas zonas vulnerables, reduciendo la incidencia de caries en  un 45 a un 70% .


El tratamiento es totalmente indoloro y se realiza en una sola sesión.

Caries de dientes temporales y definitivos.

Las caries en dientes temporales son una infección producida por una serie de bacterias que viven en nuestra boca. Es la enfermedad crónica infantil más común, con una prevalencia del 40%. Al comer, los azúcares ingeridos que han quedado en la boca se metabolizan por la placa bacteriana y producen ácidos que hacen que el pH intraoral descienda, provocando la desmineralización del esmalte.

Las caries en dientes de leche pueden causar dolor, abscesos e infecciones, y pueden contagiar a los dientes definitivos. Algunos molares de leche no se recambian hasta los 10 o12 años y los dientes permanentes recién erupcionados son mucho más vulnerables, produciéndose la mayoría de las caries de los dientes definitivos entre los 6 años, al erupcionar el primer molar definitiva y los 14 años.

 Los síntomas son: cambio de coloración del diente, aparición de una cavidad, dolor, retención de comida entre los dientes, mal aliento o halitosis.

Nuestro programa de revisión es fundamental para evitar complicaciones. Consúltanos por los tipos de tratamientos.

Traumatismos dentarios

El traumatismo dental por un accidente, es muy frecuente en la consulta. Aunque es común a partir de los 2 años, cuando comienzan a caminar, éstos aumentan entre los 6 y 12 años. Normalmente se producen en los incisivos, y puede tratarse desde la pérdida de un trocito de esmalte hasta la pérdida total de la pieza.

En los dientes temporales pueden afectar al diente permanente que está situado inmediatamente debajo. Es por eso que resulta tan importante el seguimiento clínico y radiográfico del mismo. Si afecta a un diente permanente, sin afectación pulpar hacemos una reconstrucción. Si está implicada, el tratamiento cambia, y depende del estadío de formación radicular. Si ha tenido un desprendimiento total del diente, se puede volver a reimplantar, dependiendo del estado de conservación.

Es muy importante que todos los traumatismos dentarios sean diagnosticados y tratados inmediatamente y controlados durante un largo tiempo.

El mal aliento y el sangrado de las encías, tanto en niños como en adultos, indica una inflamación y futura retracción en el tejido de soporte de los dientes. La principal causa de gingivitis infantil es la acumulación de la placa bacteriana sobre los dientes y encías, principalmente cuando no se tiene higiene dental. Por eso es fundamental que los niños tengan buenos y adecuados hábitos de higiene. Es importante evaluar otras causas sistémicas.

El tratamiento consiste en crear un ambiente oral saludable, adquiriendo unos hábitos de higiene buco-dental y control con visitas periódicas a la clínica cada 6 meses.

Halitosis y gingivitis

Pulpotomía

Cuando no es posible mantener la vitalidad de la pulpa de los dientes afectados por caries o traumatismos, pueden seguir cumpliendo su función eliminando la pulpa parcialmente, lo que denominamos PULPOTOMÍA o completamente, PULPECTOMÍA.

La pulpotomía en niños (quitar el nervio) consiste en la eliminación de la pulpa coronal afectada, mientras que la raíz remanente se mantiene vital sin signos clínicos que comprometan a otras estructuras. Es un tratamiento que se realiza con anestesia, o en el caso de que ya tenga infección, y no tenga vitalidad el diente, sin ella. Luego la terminamos con una restauración definitiva.

Lo mejor será casi siempre conservarlo, ya que los dientes temporales tienen unas funciones importantes, como la masticación, mantener el espacio y guiar la salida del diente definitivo.

Extracciones y mantenedores de espacio

La Extracción dental, es un procedimiento que consiste en extraer el diente enfermo, que no puede solucionarse por otros tratamientos, evitando complicaciones infecciosas a otras zonas. Si se pierde prematuramente y el definitivo aún no está listo para erupcionar, los dientes vecinos se mueven para cerrar ese espacio, lo que dificulta la erupción del diente definitivo correspondiente, desestabilizando la mordida y generando asimetrías y apiñamientos.

El mantenedor de espacio, evita que erupcionen dientes por fuera o por dentro del arco dentario (típicos caninos altos o tumbados). También evita apiñamientos y extracciones en el futuro por falta de espacio.

Mantener  la correcta guía de erupción en sectores posteriores, permite que se establezca una normo-oclusión, evitando la aparición de malos hábitos como interposición lingual y deglución atípica.

Detección de malos hábitos

Detectar problemas de forma temprana llevará a un tratamiento cómodo, más económico y exitoso.

La respiración oral  consiste en la entrada de aire por la boca de forma habitual y no por la nariz. Esta alteración puede deberse a un mal hábito, o a una dificultad en las vías aéreas, que impiden el correcto paso de aire a través de las fosas nasales a vías respiratorias altas. La respiración oral condiciona un mal funcionamiento de la zona bucofacial, de modo que pueden producirse alteraciones como paladar estrecho o mordida cruzada posterior, provocando alteraciones en el desarrollo de los huesos de la cara, como caras largas, excesiva prominencia de incisivos superiores y asimetrías.

La deglución atípica o anómala, consiste en la conservación de los patrones de deglución infantil más allá de los 2 ó 3 años de edad. Implica un mal funcionamiento de la lengua y de los labios en el momento de tragar. Cuando tragamos de forma correcta, la lengua ejerce una presión negativa sobre el paladar, que hace que mientras el niño esté en crecimiento se vaya ensanchando. Si la lengua, presiona hacia adelante y abajo, empuja los dientes hacia afuera y generará compresión del maxilar superior por falta de expansión, provocando mordida abierta y/o cruzada.

Es muy frecuente que los adolescentes descuiden los hábitos de higiene.  En este periodo hay un alto riesgo de aparición de caries y problemas de encías. Consumen más dulces, comida basura y refrescos con aditivos ácidos, que pueden dañar su esmalte.

Si además son portadores de brackets, que favorece la acumulación de restos y placa dental, el problema se agrava. 

Es importante motivarlos con la estética, más que con la salud. Recomendarles que cuiden la higiene para evitar dientes amarillos o mal aliento. Recordarles que no se salten el cepillado nocturno que es el más importante, y que acudan a las visitas de control. Vigilar los hábitos de alimentación, al menos cuando coman en casa, y si comen fuera que se enjuaguen la boca y tomen chicles sin azúcar. 

Por último, si se plantean un piercing en la boca, mándalos a vernos para explicarles los inconvenientes negativos que pueden tener como infecciones, hemorragias, lesiones de encías, fracturas del esmalte, etc.

Tratamiento en adolescentes